La situación de orden público en Algarrobo, Magdalena, ha sido relativamente estable en los últimos años, con algunos episodios de alteración. En 2008, un apagón desencadenó una asonada donde se quemaron edificios municipales y vehículos. En 2020, la detención de presuntos abusadores de menores llevó a intentos de linchamiento y enfrentamientos con la policía. En 2022, una tragedia involucró la desaparición y hallazgo del cuerpo de una menor, lo que resultó en un linchamiento. En 2023, hubo protestas pacíficas por mal servicio de alumbrado público. El municipio enfrenta alta criminalidad y la presencia de grupos ilegales, lo que exige fortalecer la seguridad y reducir la delincuencia para mejorar la estabilidad en la zona.
La Medición de Desempeño Municipal muestra dificultades en la gestión de recursos y servicios públicos, con un bajo alcance de alcantarillado. Además, la gobernabilidad local es considerada media-baja, con problemas en la administración municipal.